Artículo escrito por Javier Vilches, CEO en Avezalia y Delegado de Protección de Datos.
Cada vez más hay puertos de carga USB públicos, que nos permite recargar nuestro dispositivo gratuitamente. El problema está en que esos puertos públicos están accesibles a todo el mundo, y eso hace que cibercriminales puedan aprovechar ese acceso libre para modificarlos y convertirlos en puertos capaces de instalar malware mientras estamos cargando esos dispositivos, y puede dar lugar a problemas serios para nuestros datos y nuestro dispositivo. Recordemos que los puertos USB transmiten carga y datos.
Esta técnica se conoce como juice-jacking, pero hay una manera sencilla de evitar el problema. Aunque si bien no es muy recomendable utilizar estos puertos para recargar el móvil, si lo haces asegúrate de que no se active la opción de transferencia de datos de nuestro dispositivo. Ten activa únicamente la opción de carga, y no la de datos. Cuando conectes el dispositivo al puerto, te saldrá un mensaje preguntándonos si confiamos en ese dispositivo. ¡La respuesta es no!.
Siempre hay que estar alerta. Los ciberdelincuentes no escatiman en esfuerzos en inventar la mejor forma de poder hackearnos, por lo que toda precaución es poca. Como dijo Benjamin Franklin, “La desconfianza y la precaución son los padres de la seguridad”.