Ciberconsejo escrito por Javier Vilches, de Avezalia
Por las circunstancias actuales de pandemia, gran parte de nosotros está realizando compras a través de Internet, más que nunca antes. Por ello, analizamos aquí las opciones disponibles para hacer nuestra experiencia de compra en internet algo seguro, así como saber qué derechos tenemos y qué seguridad ofrecen los distintos medios de pago. ¡Comenzamos!
Envíos de dinero en efectivo
Es el caso si un operador de comercio online solicita el pago en dinero efectivo, directamente renuncie a la compra o a la contratación.
En cuanto a la seguridad, aunque este sistema no supone un intercambio de datos bancarios entre vendedor y comprador, no es un método seguro para realizar compras online ya que no hay constancia de quién envía el dinero ni tampoco de quién lo recibe, por lo que se pierde la trazabilidad del mismo. Por tanto, en caso de problemas con la compra (producto que no llega, defectuoso o incorrecto) será difícil reclamar el importe satisfecho.
Pago contrarrembolso
Es la modalidad de envío de paquetes, en la cual se paga en efectivo cuando se recibe el paquete.
Para el comprador se trata de un sistema bastante fiable, ya que se paga el producto cuando se recibe. Sin embargo, en muchas tiendas online no se ofrece esta posibilidad por el riesgo que supone para el proveedor asumir el envío de un producto que aún no ha sido pagado y, además, le puede generar un coste adicional de gastos de envío si en el momento de la entrega no se encuentra el cliente en el domicilio.
En cuanto a seguridad, lógicamente es un método muy seguro, ya que sólo se paga el producto cuando se recibe y después de abrir el paquete y comprobar que el pedido es correcto.
Transferencia bancaria
Este método de pago permite enviar una cantidad de dinero desde una cuenta bancaria a otra. La principal ventaja respecto a otros medios de pago es que no es necesario introducir ningún dato en el sitio web. Sin embargo, no todas las tiendas virtuales ofrecen esta opción de pago.
En el caso de no entregar los bienes o servicios adquiridos se puede reclamar contra el proveedor, por incumplir el objeto del contrato.
El vendedor sólo tendrá que facilitar los datos de la cuenta bancaria para que el comprador proceda a realizar el ingreso del dinero correspondiente a su compra. Sin embargo, puede suponer riesgos de seguridad, especialmente en caso de transferencias internacionales, ya que el dinero será difícil de recuperar una vez abonada en la cuenta del receptor. Si el titular de la cuenta receptora del dinero no autoriza su devolución, habría que acudir a la vía judicial.
Pago con tarjeta
Es la modalidad más utilizada por las tiendas virtuales. La única información necesaria para realizar el pago está contenida en la propia tarjeta de crédito/débito.
Cuando el importe de una compra ha sido cargado fraudulenta o indebidamente utilizando el número de una tarjeta de pago, el consumidor y usuario titular de ella podrá exigir la inmediata anulación del cargo.
Si la compra ha sido efectivamente realizada por el titular de la tarjeta y la exigencia de devolución no fuera consecuencia de haberse ejercido el derecho de desistimiento, el comprador quedará obligado frente al vendedor al resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados como consecuencia de dicha anulación.
Aunque implique el intercambio online de datos bancarios, puede llegar a ser un sistema de pago muy seguro siempre que la tienda online utilice una pasarela de pago que ofrezca algún banco, el cual se encargará de verificar la autenticidad de la tarjeta y de la protección de los datos del cliente. De este modo, la tienda online en ningún momento dispondrá de los datos financieros del usuario, lo que dota de mayor seguridad al proceso de pago. En el caso de que la tienda no utilice la pasarela de pago seguro del banco, la protección de los datos bancarios del comprador recaerá sobre la propia tienda y los mecanismos de seguridad que tenga implantados. Por tanto, si hay dudas sobre la fiabilidad de la web, es mejor descartar la compra y no facilitar los datos de la tarjeta de crédito para que no se haga un uso indebido de los mismos.
Asimismo, cuando sea posible, se recomienda valorar la posibilidad de disponer de una tarjeta de uso exclusivo para realizar pagos online; es posible que incluso podamos desactivar esta tarjeta cuando no la necesitemos si realizamos compras online de forma ocasional.
Pago por intermediarios
Por ejemplo, el sistema de pago online PayPal o recientemente en España Bizum. Es un tercero que actúa de buena fe, que conoce los datos de ambas partes, pero éstas no las respectivas de la contraria. Es una forma muy cómoda, ya que no debes introducir tus datos bancarios cada vez que haces una compra. Además, es un sistema de pago muy seguro siempre que el usuario utilice una contraseña robusta para acceder al servicio.
La elección, a gusto del consumidor.